Igual que el motor de combustión que hace mover un coche, de la misma manera, en la mezcla, en la fusión está el avance. El Renacimiento en la literatura española fue resultado de sumar a la gasolina que había, los nuevos aires que venían de Italia. Desde fines del siglo XV y durante el siglo XVI los contactos entre las dos penínsulas fue muy estrecho. Así llegó el Humanismo y el Renacimiento nacido en Italia.
Garcilaso de la Vega y su amigo Juan Boscán que allí andaban guerreando, eran prototipos del cortesano renacentista y muy letrados. Allí se dejaron influir por el Petrarquismo, moda poética del momento en Italia, influida por un escritor Francesco Petrarca del siglo XIV.
El Petrarquismo tenía las siguientes características:
Tema: el amor por una mujer en muchos casos no correspondido, en el que se recorre dicha pasión desde lo sensual a lo espiritual, siempre con una visión ideal de su figura. Dicho amor alcanza un plano casi abstracto, no real.
Forma: los tipos estróficos más comunes son la Estancia y el Soneto. Es decir, con preferencia los versos de 7 y 11 sílabas. Dichos Sonetos por ejemplo, se recopilaban formando cancioneros.
En el momento que dicha moda comenzó a extenderse en España, surgieron voces de importantes escritores que reconociendo el valor de sus poemas, defendían la métrica propia, la tradición. Esto es las coplas y coplas de pie quebradas de 8 y 12 sílabas. Un ejemplo de ello es Cristóbal de Castillejo.
Esta cuestión puede ser relevante para nuestras investigaciones porque, ¿no será que de aquel malestar pudieran venir profundos enemigos? De hecho, no nos queda claro en palabras del propio Miguel de Cervantes, si consideraba a Hernando de Cruz y Solís, continuador de la tradición petrarquista o de la tradición española. Por suerte, la profesora Tau Buchhaus, investigadora en la Biblioteca Nacional de Madrid ha descubierto varios fragmentos de poemas de nuestro escritor desaparecido. Es hora de medir y saber a quién seguía Hernando de Cruz y Solís cuando joven, a Petrarquista o Tradicionalistas.
PASO 2: Realiza un análisis métrico de los siguientes poemas de Hernando de Cruz y Solís, para saber de qué pie cojeaba: Petrarca o Tradición.
Garcilaso de la Vega y su amigo Juan Boscán que allí andaban guerreando, eran prototipos del cortesano renacentista y muy letrados. Allí se dejaron influir por el Petrarquismo, moda poética del momento en Italia, influida por un escritor Francesco Petrarca del siglo XIV.
El Petrarquismo tenía las siguientes características:
Tema: el amor por una mujer en muchos casos no correspondido, en el que se recorre dicha pasión desde lo sensual a lo espiritual, siempre con una visión ideal de su figura. Dicho amor alcanza un plano casi abstracto, no real.
Forma: los tipos estróficos más comunes son la Estancia y el Soneto. Es decir, con preferencia los versos de 7 y 11 sílabas. Dichos Sonetos por ejemplo, se recopilaban formando cancioneros.
En el momento que dicha moda comenzó a extenderse en España, surgieron voces de importantes escritores que reconociendo el valor de sus poemas, defendían la métrica propia, la tradición. Esto es las coplas y coplas de pie quebradas de 8 y 12 sílabas. Un ejemplo de ello es Cristóbal de Castillejo.
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PASO 2: Realiza un análisis métrico de los siguientes poemas de Hernando de Cruz y Solís, para saber de qué pie cojeaba: Petrarca o Tradición.
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